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Cómo vamos a producir cuando la pandemia quede atrás

El cierre de fronteras pone en cuestión el modelo industrial global y refuerza la idea de reaprovechar los recursos.

No son buenos tiempos para el reciclaje, o al menos eso parece cuando vemos el rebrotar del plástico y de los guantes de un solo uso. Y es lógico: la protección contra el coronavirus debe de ser la prioridad ahora mismo. Pero si hay una cosa que esta pandemia ha desencadenado es la aceleración de tendencias económicas ya existentes. Y una de ellas es el auge de la economía circular: el aprovechamiento de los recursos existentes y ya utilizados para hacer más con menos y con un menor impacto ambiental. Para el consultor Nicola Cerantola, “esta crisis, como la del 11-S, ha sido repentina. Un mundo que ya estaba allí se nos ha caído encima. Esta es una situación magmática: nos ha estallado un volcán, estamos sobre un mar de lava, y lo importante es que se solidifique en un molde distinto“. “El confinamiento y paralización casi total, algo inédito en nuestra historia, nos ha permitido ver en primera persona el impacto de nuestra huella en nuestro entorno de una manera en que nunca antes lo habíamos visto (y posiblemente no volvamos a ver)“, explica Nieves Rey, directora de comunicación de Ecoembes. “Y esta experiencia está actuando como una especie de revelación de aquellos errores que no debemos volver a cometer, muchos de ellos relacionados con esa ‘economía lineal’ basada en el despilfarro, el hiperconsumo y la sobreproducción“.

La economía circular ya era de por si un concepto doblemente atractivo para las empresas: por un lado, les permite una mayor eficiencia, algo fundamental cuando ya sabemos que estamos en medio de la peor recesión global en nuestra memoria reciente. Por otro, reduce su impacto ambiental, lo cual no solo nos beneficia a todos como sociedad sino que tiene un indudable valor en tiempos en los que los consumidores aprecian cada vez más esta clase de compromisos.

Lejos de alejar esta tendencia de las agendas empresariales y legislativas, la crisis actual hace que la economía circular sea más relevante que nunca“, comenta Juan Alfaro, secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad, que agrupa a 16 grandes empresas de diversos sectores. “Los principios circulares brindan soluciones creíbles y ofrecen, sobre todo, competitividad“. “El drama es que estamos mejorando pero no a un ritmo suficiente, y llevamos muchos años así“, señala Miquel Roset, director y portavoz de Retorna. “No tenemos estadísticas como para sacar conclusiones ni de qué va a pasar en seis, 12 o 18 semanas. Nuestra percepción es que, como sociedad, nos sentimos paralizados, en jaque. Pero esto ha sido un gran frenazo, y cuando uno frena puede perder la visión de túnel. Y percibimos que hay una fuerza muy potente que pide salir de esto en verde“.

 

 

Autor: Thiago Ferrer Morini

Fuente de este artículo y más información en: El País

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